Colombia: un futuro impulsado por energías renovables
Al igual que en el resto del mundo, la transición energética se ha convertido en un tema central en la agenda de Colombia en los últimos años. La necesidad de asegurar un suministro energético limpio y sostenible que sea capaz de satisfacer las demandas del país ha impulsado la exploración de nuevas fuentes de energía renovable y la adopción de tecnologías innovadoras para alcanzar este objetivo.
Este cambio no solo implica la diversificación de las fuentes de energía. También representa una transformación de la forma en que concebimos y gestionamos la generación de esta. La descentralización, la digitalización y la participación activa de la empresa privada, el sector público y los mismos ciudadanos son aspectos clave que deben ser considerados en esta evolución.
El Índice de Transición Energética de 2023 es un buen medidor para comprender el estado de Colombia en este contexto. El índice evalúa el compromiso de los países con la transformación hacia sistemas energéticos más sostenibles, analizando a 120 países en cinco áreas clave: equidad e inclusión, seguridad, sostenibilidad, marco regulatorio, inversión y factores habilitantes. En América Latina, Brasil lidera el ránking con una puntuación de 65.9 sobre 100, seguido por Uruguay y Costa Rica. Colombia se sitúa en la sexta posición en la región, entre los 10 países evaluados en 2023.
Aunque aún hay un largo camino por recorrer, el país se encuentra en una posición privilegiada para liderar esta transformación energética. Recientemente, Rubby Casallas, decana de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, destacó que Colombia cuenta con un enorme potencial en recursos eólicos, fotovoltaicos, geotérmicos y de biomasa, lo que convierte a la nación en un candidato ideal para liderar la transición hacia un sistema energético más sostenible.
En el mundo ya abundan los ejemplos de territorios que han abrazado estos cambios y que están viendo los frutos de apostar por la sostenibilidad. Se estima que más de 100 ciudades obtienen ya más del 70% de su electricidad de fuentes renovables. Además, el compromiso también se ha trasladado a la industria, en la que más de 150 empresas se han comprometido utilizar únicamente fuentes energéticas renovables para su funcionamiento.
TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA SOSTENIBILIDAD
Detrás de esta infraestructura energética del futuro se encuentra una importante apuesta tecnológica. Elementos o herramientas como centros de datos, inteligencia artificial (IA), procesamiento de información; todas estas innovaciones desempeñan un papel crucial en la optimización y gestión de la transición energética.
Al unir el poder de la tecnología con una creciente y más robusta red de infraestructura, los actores del sistema están siendo capaces de predecir de manera más acertada la demanda, al tiempo que reducen los costos y aumentan la eficacia en la transmisión de energía. De esta manera, no solo se benefician las generadoras o transportadoras de energía, sino que los consumidores finales, pues se les asegura un suministro constante y hasta menores precios.
Muestra de ello es la tecnología de Intel, que está siendo utilizada desde la captura y conversión de energía solar, hasta la optimización de la energía eólica. Así, la compañía está ayudando a los proveedores de energía a aumentar la producción y reducir los costos mediante soluciones IoT seguras y conectadas.
En el caso de la energía solar, las innovaciones tecnológicas están permitiendo mejorar la eficiencia de los paneles solares y optimizar su rendimiento. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la dramática reducción en los costos de generación de energía solar y eólica en las últimas décadas ha llevado a que este tipo de proyectos tenga un auge cada vez mayor. Esto, según proyecta el Departamento de Energía de los Estados Unidos, llevará a que los proyectos solares y eólicos sean las fuentes de energía con el más rápido crecimiento en los próximos 25 años.
Además, avances en aspectos como la capacidad de almacenamiento de las baterías, el diseño de las aspas o la eficiencia en el consumo de energía de las turbinas podrían, según un estudio de National Renewable Energy Laboratory (NREL), desbloquear un 80% más de capacidad de energía eólica en los Estados Unidos.
Otra forma en la que las nuevas tecnologías están innovando en materia de transición energética es a través del uso de drones. Mediante estos dispositivos es posible inspeccionar parques solares y eólicos en busca de daños, mientras que usando software de análisis de datos los operadores pueden optimizar la posición de las turbinas eólicas para maximizar su rendimiento.
Además de la solar y eólica, de la mano de la tecnología también se están explorando innovaciones en energía hidráulica, geotérmica y de biomasa. Con desarrollos innovadores, la tecnología está liderando la transición hacia un futuro impulsado por energías renovables, las cuales marcan el camino para alcanzar objetivos de energía limpia y sostenibilidad ambiental.
Por: Marcelo Bertolami*
*El autor es director de Socios Regionales y del equipo de Tecnología de Latam en Intel.
Fuente:
forbes