Iniciativas ciudadanas que comercializan electricidad 100 por ciento renovable
Sus impulsores son ciudadanos concienciados con el medio ambiente y con la necesidad de impulsar un modelo energético y económico sostenible alternativo al de las grandes empresas. Por ello, todos los clientes son además socios de estas cooperativas, pudiendo tomar parte en su toma de decisiones, y sobre todo pensando primero en las personas y no en obtener beneficios mercantiles (son iniciativas sin ánimo de lucro).
El precio de la factura puede salir incluso algo más económico que las empresas comercializadoras convencionales. Para ello cuentan también con asesores que aconsejan a los clientes-socios cómo abaratar su consumo eléctrico.
Los datos de las facturas se explican de forma sencilla y no se utilizan agresivas campañas de marketing engañosas o conceptos ambiguos para encarecer la factura final. Asimismo, siendo cliente y socio de estas cooperativas, se contribuye a generar puestos de trabajo locales relacionados con las renovables.
Ejemplos de cooperativas ciudadanas para conseguir una factura eléctrica verde
En la actualidad se pueden encontrar diversas cooperativas de ciudadanos que comercializan y producen electricidad renovable. Algunas de las pioneras son las siguientes:
Som Energía: Creada en 2011 por un grupo de personas vinculadas a la Universitat de Girona, producen y comercializan electricidad verde tanto a partir de productores de energías renovables, como de sus propias instalaciones. En la actualidad cuenta con más de 83.000 socios y socias.
GoiEner: Creada en 2012 en Ordizia (Gipuzkoa) al abrigo de la agencia de desarrollo comarcal del Goierri y con el soporte del Instituto FP de Usurbil (centro docente en renovables). Además de ser comercializadora, también promueve la generación y el autoconsumo de energía renovable, así como la creación de comunidades energéticas. En la actualidad cuenta con más de 17.000 socios y socias y ha promovido la creación de otras cooperativas similares en diversas partes de España.
Zencer: Se constituía como cooperativa de consumo en noviembre de 2011 y desde enero de 2013 opera en el mercado eléctrico general desde Fuengirola (Málaga). Además, la cooperativa trabaja en varios proyectos de autoconsumo en fotovoltaica y de colaboración de producción eléctrica renovable y aprovechamiento de residuos agrícolas.
Nosa Enerxía: Nacía en 2014 como la primera cooperativa gallega que comercializa energía eléctrica de origen renovable certificado. Asimismo, sus responsables promueven el autoconsumo. En la actualidad, forman parte de esta cooperativa gallega algo más de mil socios y socias.
Seneo: Se trata de un proyecto cooperativo de comercialización de energía renovable surgido en 2014 en Ontinyent y el Valle de Albaida (Comunidad Valenciana). En la actualidad cuenta con unos 3.000 socios y socias, entre ellos el Ayuntamiento de Ontinyent y varios institutos de la zona, y también promueve las instalaciones de autoconsumo.
Cómo funciona ser cliente de estas iniciativas de electricidad renovable
Darse de alta en una de estas cooperativas ciudadanas de energía verde no es complicado. El primer caso es elegir una de ellas y ponerse en contacto. Si no lo tenemos claro, podemos elegir la más cercana a nuestro hogar, aunque como comercializadoras autorizadas pueden vender la electricidad a cualquier punto del país. En la web de Unión Renovables, una organización que agrupa a la mayor parte de ellas, podemos encontrarlas.
La forma de contactar puede ser por teléfono o por internet. En cualquiera de las dos formas, sus responsables informan de todos los pasos y explican cualquier posible duda de forma cercana. A continuación, se encargan de todo el proceso de pasarse de nuestra anterior compañía comercializadora. Al tratarse de una cooperativa, el nuevo cliente se convierte también en socio de la misma, para lo que hay que adelantar una cantidad económica (unos 100 euros en función de la cooperativa) que se recuperan si posteriormente nos queremos dar de baja.
Fuente:
hablandoenvidrio