Japón se está metiendo de lleno a hacer placas de perovskitas, que son una gran braza, pero la única o al menos no como la conocemos. Hay un producto que debe cambiar para sacar a relucir su máximo potencial ecológico.

La voz de alarma la ha dado Ignacio Mártil de la Plaza, doctor en Física y catedrático de Electrónica en la Universidad Complutense de Madrid. En una conversación con Xataka en 2021, dijo que las perovskitas recorrieron durante diez años el mismo camino en el que el silicio tardó cincuenta años.

El término perovskita implica una familia de materiales de estructura cristalina parecida a la del titanato de calcio. Su atractivo desde el punto de vista teórico radica en la conversión de la energía solar en eléctrica. Además, destacan porque se pueden fabricar con materiales abundantes en la corteza terrestre, como el carbón, el nitrógeno y el hidrógeno.

Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que las placas más eficientes son las de plomo, un elemento químico muy contaminante. De hecho, algunos países europeos (como Suiza) han decidido prohibirlas definitivamente. Hace años que se estudia la viabilidad de reemplazar el plomo por otro elemento parecido. El que tiene muchas papeletas para conseguirlo es el estaño.

El problema es que las células solares que lo contienen no son tan competentes como las de plomo, ya que su eficiencia es mucho más baja.

Los paneles solares más eficientes están a punto de llegar ¡y sin plomo!

Cuando las perovskitas se hicieron populares, muchos grupos de investigación se pusieron manos a la obra para desarrollar una tecnología alternativa sin plomo, pero igual de efectiva. Hace un tiempo atrás, llegaron unos datos interesantes por parte de un equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Nanyang y la Agencia para la Ciencia, ambas instituciones de Singapur.

Los investigadores asiáticos publicaron un artículo en la revista Nature Energy en el que se explica con detalle cómo han logrado generar células solares con perovskitas libres de plomo y una eficiencia del 24,1%.

Es un buen comienzo para comenzar a vislumbrar nuevas alternativas. Si bien hay otros proyectos que han llegado a una eficiencia aproximada de 25,5% con perovskitas y a 29,5% con tándem de silicio, lo que marca la diferencia en este experimento es que no lleva plomo.

Su accionar ha sido sustituirlo por otro material que muchos no se habían imaginado hasta ahora: un compuesto formado por zinc y armonio, entre otras sustancias. Según los estudios realizados, es más efectivo que otros componentes con los que se ha trabajado hasta el día de hoy.

Los paneles solares sin plomo pueden ser eficientes y esta es la prueba

Una vez que se ha encontrado la posibilidad de tener paneles solares sin plomo, sus creadores se enfrentan al desafío de encontrar la manera de escalar esta tecnología para que, efectivamente, se utilice en la producción de células solares de aplicación comercial.

Este proyecto no es el único que está sobre la mesa. Hay otros similares que tienen muy buena pinta y puede que alguno termine llegando a buen puerto. Lo que está en juego es la nueva generación de placas solares.

Este proyecto no es el único que está sobre la mesa. Hay otros similares que tienen muy buena pinta y puede que alguno termine llegando a buen puerto. Lo que está en juego es la nueva generación de placas solares.

Fuente:
ecoticias