¿Pueden convertirse las ciudades en santuarios de biodiversidad?
El solarpunk es un movimiento cultural y artístico que surgió a principios del siglo XXI. Se caracteriza por una visión optimista del futuro, enfocándose en cómo las tecnologías sostenibles, la energía renovable y la energía solar, en particular, pueden ser integradas armoniosamente en la vida cotidiana y en la organización de las sociedades. A diferencia de visiones futuristas más sombrías, el solarpunk imagina un mundo donde la humanidad logra resolver los desafíos ambientales y sociales actuales, creando sociedades más equitativas, inclusivas y en equilibrio con la naturaleza.
Históricamente, la urbanización ha sido una gran amenaza para la biodiversidad global, pues ha supuesto la pérdida y fragmentación del hábitat natural y una enorme cantidad de impacto sobre los ecosistemas y la biosfera global. Son, de hecho, las grandes ciudades, las fuentes principales de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Pero eso no significa que las ciudades vayan a tener siempre ese papel destructivo.
Ciudades y biodiversidad: combinación compatible
Las urbes contemporáneas, lejos de ser desiertos de biodiversidad, tienen el potencial de convertirse en refugios vitales para una amplia gama de especies. Esta visión, en la cual el desarrollo urbano coexiste en armonía con la naturaleza, es crucial para la salud de nuestro planeta y para el bienestar de sus habitantes urbanos —tanto humanos, como fauna y flora—.
Ya hay planteamientos sólidos para que los entornos urbanos desempeñen un papel en la conservación de la biodiversidad. La metamorfosis urbana necesaria implica un cambio en la percepción y la utilización del espacio urbano, reconociendo que las ciudades son para las personas, para las plantas y para los animales que cohabitan con nosotros.
Parques urbanos, jardines, azoteas verdes y corredores ecológicos ofrecen hábitats alternativos para una diversidad de flora y fauna; enriquecen el paisaje urbano y proporcionan servicios ecosistémicos esenciales, como la polinización, el control de plagas y la regulación climática. Además, ofrecen oportunidades únicas para reconectar a las personas con la naturaleza y obtener beneficios para la salud y el bienestar.
Un urbanismo sensible a la biodiversidad
La creación de santuarios de biodiversidad en entornos urbanos supone todo un desafío. La planificación urbana y el diseño arquitectónico deben inspirarse en la ecología para fomentar la biodiversidad. Esto incluye el uso de especies nativas en la jardinería urbana, la creación de corredores verdes para facilitar el movimiento de la fauna y la implementación de prácticas de construcción sostenibles que minimicen el impacto en el entorno natural.
La visión solarpunk de una simbiosis entre urbanismo y naturaleza se materializa en el concepto de ‘urbanismo sensible a la biodiversidad’, un enfoque que responde a la urgencia de preservar los ecosistemas y redefine el tejido urbano como un mosaico de espacios vivos, interconectados y florecientes. En esta propuesta nueva, las ciudades son ecosistemas ricos y dinámicos, no una acumulación de edificios y pavimento.
El urbanismo sensible a la biodiversidad implica un rediseño radical del espacio urbano. Los parques, los jardines y los espacios verdes no son solo adornos estéticos, sino elementos fundamentales para la salud ecológica de la ciudad. Los tejados verdes, los jardines verticales y los corredores biológicos crean redes de vida que atraviesan el paisaje urbano, permitiendo que la fauna y la flora prosperen en medio de la densidad urbana. Estas áreas verdes actúan como pulmones para las ciudades, mejoran la calidad del aire, reducen las temperaturas y proporcionan refugio a numerosas especies.
Un estudio de caso, llevado a cabo por la doctora Holly Kirk y colaboradores en Fishermans Bend, Australia, ilustra cómo los métodos del urbanismo sensible a la biodiversidad pueden utilizarse para alentar resultados exitosos para la naturaleza, mejorar la estética y habitabilidad del entorno urbano y comprometer a las partes interesadas en un proceso que respalde otros aspectos del diseño urbano. Este enfoque integral puede garantizar que la biodiversidad no se convierta en una adición tardía en el desarrollo urbano, sino que pase a ser una consideración estratégica desde el inicio. Para lo cual es necesario un enfoque multidisciplinario que abarque la planificación urbana, la arquitectura, la ecología y la participación comunitaria.
Armonizando urbanismo y biodiversidad: una tarea compartida
Desde la concepción del urbanismo sensible, los residentes urbanos no son meros espectadores del cambio, sino agentes protagonistas en el fomento y mantenimiento de entornos urbanos biodiversos. A través de acciones como el cultivo de jardines comunitarios y la participación en iniciativas de ciencia ciudadana, se promueve un sentido de responsabilidad colectiva hacia la salud ecológica de la ciudad.
Pero para que estos esfuerzos individuales y comunitarios sean efectivos necesariamente han de estar apoyados por políticas de gobernanza y planificación urbana que prioricen la sostenibilidad y la biodiversidad. Las autoridades urbanas deben adoptar regulaciones de planificación que fomenten la creación y el mantenimiento de espacios verdes, así como proporcionar incentivos para la construcción amigable con la biodiversidad, y programas educativos que aumenten la conciencia ambiental.
Pero ante todo, hay que ser realistas y reconocer que la urbanización siempre tendrá un impacto ambiental inherente. La idea es, por tanto, gestionar la actividad de tal manera que sus efectos negativos sean mitigados o compensados en la medida de lo posible. La implementación del urbanismo sensible a la biodiversidad en entornos urbanos densamente poblados presenta desafíos, como la limitación de espacio y la necesidad de convertir el insostenible crecimiento económico en un auténtico bienestar social y ambiental. Sin embargo, mediante una planificación cuidadosa y una visión compartida entre ciudadanos y autoridades, las ciudades pueden transformarse en verdaderos santuarios de biodiversidad.
Referencias:
-Aronson, M. et al. 2017. Biodiversity in the city: key challenges for urban green space management. Frontiers in Ecology and the Environment, 15. DOI: 10.1002/fee.1480
-Garrard, G. et al. 2018. Biodiversity Sensitive Urban Design. Conservation Letters, 11. DOI: 10.1111/conl.12411
-Kirk, H. et al. 2021. Building biodiversity into the urban fabric: A case study in applying Biodiversity Sensitive Urban Design (BSUD). Urban Forestry & Urban Greening, 62, 127176. DOI: 10.1016/j.ufug.2021.127176
-Simkin, R. et al. 2022. Biodiversity impacts and conservation implications of urban land expansion projected to 2050. Proceedings of -the National Academy of Sciences of the United States of America, 119. DOI: 10.1073/pnas.2117297119
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