LA ILUMINACIÓN MEDIANTE LINTERNAS RECARGABLES CON ENERGÍA SOLAR
Un nuevo estudio evalúa el efecto en la creación de empleo que tendría la conversión generalizada a una iluminación mediante LEDs recargables mediante electricidad obtenida de la energía solar en países en vías de desarrollo, y los resultados indican que esta clase de iluminación moderna desconectada de las redes convencionales de suministro eléctrico podría crear dos millones de nuevos empleos en dicho sector del mundo, además de proporcionar un medio práctico, limpio y barato de disponer de luz durante la noche.
Muchos hogares en regiones empobrecidas de todo el mundo están empezando a pasar de una iluminación ineficiente y contaminante basada en combustibles (como velas, leña y lamparillas de queroseno) a sistemas de LEDs solares. Si bien esta tendencia tiene unos beneficios ambientales enormes, un nuevo estudio del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) ha encontrado que ello también estimula el desarrollo económico, hasta el punto de que permitirá generar hasta 2 millones de nuevos empleos si se implanta lo suficiente.
Evan Mills, del citado laboratorio, un experto que ha estado estudiando la iluminación en las naciones en vías de desarrollo durante más de dos décadas, ha llevado a cabo el primer análisis global de cómo la transición hacia una iluminación por LEDs solares afectará al empleo y a la creación de puestos de trabajo. En el análisis, se ha llegado a las conclusiones citadas.
“A la gente le gusta hablar de crear empleos con la energía solar, pero es raro que se pregunte lo contrario, ¿cuántas personas que ahora están vendiendo combustibles que reemplazará la energía solar perderán sus empleos?”, plantea Mills. “Así que nos propusimos cuantificar la creación neta de empleo. La buena noticia es que encontramos que se crearán muchos más empleos nuevos que aquellos que se perderán”.
Aunque existen unos 274 millones de hogares en todo el mundo que carecen de acceso a la electricidad, el estudio de Mills se centra en los que tienen los ingresos económicos más bajos, unos 112 millones de hogares, principalmente en África y Asia, cuyos inquilinos no pueden permitirse ni siquiera un minisistema solar hogareño, que podría energizar un ventilador, unas pocas lámparas, un recargador de teléfono móvil y algún electrodoméstico de consumo eléctrico modesto.
Fuente:
noticiasdelaciencia.com